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Actualidad Noticias | Los pacientes y usuarios de la farmacia en la Comunidad de Madrid ponen en valor la figura del farmacéutico

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El Instituto ProPatiens, asociación independiente sin ánimo de lucro, ha elaborado un estudio impulsado y desarrollado por el Instituto ProPatiens y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, con la colaboración de entidades como el grupo Cofares y la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), acerca de las funciones y servicios del farmacéutico de oficina de farmacia (Estudio Avicena).

Se trata de un análisis cuantitativo y cualitativo de la visión del usuario de oficina de farmacia en la Comunidad de Madrid (CAM), de un número representativo de asociaciones de pacientes y del propio farmacéutico a través de 4 focus group que representan tanto a la farmacia de ámbito urbano como rural.

A través del estudio, el Instituto Propatiens compara la opinión de los pacientes con la de uno de sus grupos de interés directo dentro del sector sanitario, en este caso los farmacéuticos de oficina de farmacia, con el objetivo de conseguir mejorar la calidad asistencial y las relaciones con los pacientes y sus asociaciones. A mejor experiencia de paciente, mejor percepción de mejora de su salud. Por lo tanto, entender los procesos desde la perspectiva del paciente, con una visión integral, es clave. Para ello, conocer la experiencia del paciente en las distintas fases del proceso asistencial y, en este caso, específicamente en su contacto con la farmacia, constituye la mejor forma de medir la calidad y la excelencia del servicio prestado.

Estudio Cuantitativo

Entre los resultados más relevantes figura la constatación de que, para la gran mayoría de encuestados, el farmacéutico es el especialista del medicamento. El 90,4% de los encuestados manifiesta conocer las funciones del farmacéutico relacionadas con el medicamento y su uso, mientras que el 70,3% afirma lo propio respecto a las relativas a la prevención y educación sanitaria. La mayoría de los participantes en el estudio (76,4%) consideran que su rol es necesario o muy necesario.

Un aspecto interesante es que la mayoría de los encuestados desconoce si existe comunicación y coordinación con otros profesionales sanitarios, ya sea el equipo de Atención Primaria (85,5%), los profesionales de atención especializada (83,3%) o el propio farmacéutico de hospital (84%).

En cuanto a las acciones que se podrían realizar también desde la farmacia, más de la mitad de los encuestados están de acuerdo en que los test de antígenos para la detección del SARS CoV-2 (COVID-19), la vacunación, el consejo nutricional, la toma de la tensión arterial, el control bioquímico de algunos parámetros y constantes de laboratorio o el control de INR, entre otras, podrían ser tareas en las que la farmacia podría colaborar.

Por su parte, la implicación en las tareas de uso racional del medicamento es muy bien valorada por el 94% de los encuestados, al igual que su implicación directa en la adherencia al tratamiento (83%) o la dispensación de medicamentos que el paciente ha de recoger en la farmacia del hospital en coordinación con la oficina de farmacia y conservando la cadena de custodia del medicamento por un farmacéutico mediante un sistema de distribución garante (86,1%).

Un aspecto también muy interesante es que 3 de cada 4 personas encuestadas están de acuerdo en que el farmacéutico tenga acceso al historial médico del paciente (75,3%), lo que facilitaría que la biografía de salud contuviera toda la información de una forma integrada, teniendo en cuenta todos los aspectos relacionados con el uso del medicamento y sus claves (interacciones medicamentosas, reacciones alérgicas, efectos secundarios, adherencia al tratamiento, persistencia terapéutica, etcétera).

En cuanto a las capacidades relacionales del farmacéutico con las personas que acuden a su farmacia, todas alcanzan valoraciones y procentajes de aprobación muy elevadas: comunicación (95%), apoyo emocional (85%), empatía (90%) y calidad de la información aportada (95%). Atributos especialmente relevantes en cuanto a resultados de salud en términos cualitativos de experiencia de paciente.

Lo mismo ocurre con los aspectos de mejora que, como las valoraciones positivas, son muy altas en todos los ítems. La capacidad de mejora en términos de empatía, diligencia, información recibida, conocimiento de la enfermedad, apoyo emocional, comunicación, calidad de la atención y resultados es baja, lo que habla muy positivamente de la tarea y desarrollo profesional que el farmacéutico realiza con las personas que acuden a su oficina de farmacia o que reciben atención farmacéutica en su propio domicilio (3 de cada 4 valoran muy positivamente este servicio y lo consideran necesario o muy necesario).

Un aspecto de desarrollo, al igual que en otras profesiones sanitarias, es el de avanzar en la transformación digital mediante la implantación de las nuevas herramientas y canales digitales. En este sentido, 1 de cada 3 personas participantes en el estudio manifiestan haber recibido información a través de estos medios digitales, siendo el teléfono (53,5%), el WhatsApp (38,6%) y el correo electrónico (32,5%) los más utilizados para este menester. Algo similar ocurre con la atención farmacéutica que, junto a la videollamada, son las herramientas más utilizadas.

En cuanto a la valoración de las funciones del farmacéutico respecto de la dispensación de medicamentos que precisan receta y la indicación de aquellos fármacos que son de libre dispensación, alcanza también porcentajes muy elevados: conocimiento del medicamento dispensado o indicado (93,7% y 94,6%, respectivamente), ofrecimiento de información del medicamento dispensado o indicado (80% y 88%), preguntas acerca de alergias y enfermedades concomitantes (65,5% y 79%), información para mejorar la salud y adquirir hábitos saludables (70% y 76,7%), información acerca de posibles riesgos del medicamento (69,3% y 74,7%) y seguimiento tras el servicio prestado por el farmacéutico (40,3% y 43,3%).

Durante la presentación del estudio, el presidente del COFM, Luis González Díez, ha resaltado que “coinciden muchas de las demandas de los ciudadanos con las que estamos planteando los farmacéuticos”. “Los ciudadanos ven la farmacia como un espacio de salud que tiene siempre las puertas abiertas y que puede prestar muchos servicios farmacéuticos, en colaboración con el resto de profesionales sanitarios”, según ha destacado. En este sentido, ha señalado la dispensación en la oficina de farmacia de los tratamientos de dispensación hospitalaria ambulatoria “como una oportunidad para evitar a muchos pacientes desplazamientos innecesarios para acceder a la medicación”, así como “la necesidad de desarrollar la atención farmacéutica domiciliaria en la futura ley de farmacia de la Comunidad de Madrid, como un servicio profesional donde el farmacéutico se responsabiliza de la medicación dispensada y no como un simple delivery”.

Estudio Cualitativo (Focus Group)

En relación con esta vertiente del estudio, algunas conclusiones que se pueden extraer son que los 17 farmacéuticos participantes opinan que el farmacéutico de oficina de farmacia precisa estar más integrado en el SNS y para ello es necesario una constante relación estructurada con las diferentes profesiones sanitarias a nivel de Atención Primaria y especializada. La coordinación del farmacéutico de hospital y el farmacéutico de oficina de farmacia es clave.

Por otro lado, el grupo de investigación considera imprescindible promover el conocimiento de todas las funciones, responsabilidades y tareas que el farmacéutico realiza en su día a día para conseguir así una adecuada continuidad asistencial e integración profesional.

En el ámbito asistencial de tareas y responsabilidades, el farmacéutico está en disposición de asumir nuevas funciones y responsabilidades que descarguen de presión asistencial al ya de por sí saturado SNS y que, a su vez, contribuyan a mejorar los aspectos preventivos poblacionales dentro de una medicina más predictiva, poblacional y participativa.

Por otro lado, los miembros de los cuatro focus group consideran que la formación continuada y la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos son claves en esta nueva era digital y del conocimiento. La pericia en la comunicación emocional y perceptiva, así como el manejo de las herramientas y canales de información y comunicación digital (TIC) son una de las claves de futuro y de éxito.

Con todo y con ello, el farmacéutico precisa un desarrollo de carrera profesional claro y diáfano que le permita ver con perspectiva y con perspectivas su futuro dentro de un entorno exigente como es el de la salud y la sanidad.

Metodología y análisis

En el estudio han participado 519 usuarios de oficina de farmacia de la Comunidad de Madrid, 44 asociaciones de pacientes nacionales y regionales y 17 farmacéuticos de oficina de farmacia que ejercen su especialidad tanto a nivel metropolitano como en el entorno rural.

Estos datos forman parte del Estudio Avicena. Un análisis en profundidad de la figura del farmacéutico de oficina de farmacia, de su perfil, de sus funciones, de la experiencia de paciente, de sus principales retos, de su futuro y de su desempeño. Un trabajo realizado en la Comunidad de Madrid sobre una muestra estadísticamente significativa, con un nivel de confianza del 95%.

Las preguntas realizadas tanto a pacientes como a farmacéuticos con oficina de farmacia han sido elaboradas y validadas por el comité científico del proyecto. La metodología y el análisis estadístico lo desarrolla la Cátedra del Paciente formada por el Instituto ProPatiens y la Universidad de Alicante con la colaboración de la Universidad Miguel Hernández y la colaboración del Steering Comittee del Instituto ProPatiens.

Acceso al estudio completo

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