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Consejo farmacéutico | Cannabinoides en farmacia comunitaria

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José Ramón García Soláns. Farmacéutico

Empiezo con un arrebato de sinceridad: cuando me pidieron que escribiera sobre esto, sólo sabía lo que me explicaron en la universidad; que en nuestro organismo hay receptores específicos de cannabinoides, y su activación o bloqueo produce muchos efectos, de modo similar a los opiáceos y sus receptores. Y que al igual que las endorfinas, hay cannabinoides endógenos y exógenos. Sigo con la sinceridad; pasé por la universidad sin probar la forma inhalada de los cannabinoides. Y sigo sin probarlos.

Así que lo primero ha sido ponerme al día sobre los receptores cannabinoides, que están involucrados en una amplia variedad de procesos fisiológicos incluyendo el apetito, la percepción del dolor, el humor y la memoria.

Un poco de ciencia para refrescar:

Tipos de receptores cannabinoides

• CB1 que se encuentran en el sistema nervioso central. Y en pulmones, hígado y riñones, y en menor lugar en los sistemas reproductivo, digestivo e inmune.

• CB2 que se encuentran en tejidos periféricos como pulmón, bazo y testículos, así como en el sistema inmune y en células hematopoyéticas.

• Otros tipos, en estudio.

El receptor transmembrana CB1 estaría asociado a las GPi (proteínas G inhibitorias) y al activarse se produciría un bloqueo de la entrada de calcio hacia las células así como la inhibición de la adenilato ciclasa con la consecuente disminución de la concentración intracelular de AMPc, molécula que funciona como segundo mensajero en distintas vías enzimáticas intracelulares.

Los receptores CB2 aparentemente actúan de forma muy parecida a los CB1. Activados por los cannabinoides tienen numerosas implicaciones en el sistema inmune, y su bloqueo se estudia como tratamiento para la osteoporosis. Aunque se está debatiendo mucho al respecto y algunos digan que es uno de los factores que alteran la cognición y el humor, parece ser que no se ha demostrado que sea responsable de los efectos psicoactivos del cannabis y derivados. Eso se lo debemos a la activación del CB1.

Los agonistas selectivos de CB2 se consideran efectivos en el tratamiento del dolor, enfermedades inflamatorias (en modelos animales), osteoporosis y ateroesclerosis.

Originalmente se identificaban tres variedades de la especie Cannabis: Sativa, Indica y Ruderalis. Hoy en día las dos primeras se han hibridado para conseguir mayores contenidos en tetrahidrocannabinol (THC, cannabinoide con actividad agonista parcial de los receptores CB1 y CB2, conocido en farmacia como dronabinol), ya que la tercera contiene tan baja proporción en THC que no permite su uso recreativo y se emplea de modo industrial para la producción de cáñamo para la elaboración de cuerdas y tejidos.

El cannabidiol (CBD) es otro de los 113 cannabinoides que se encuentran en las diferentes variedades de cannabis, siendo el cannabinoide que aparece en mayor porcentaje en las variedades de cáñamo industrial. Su actividad es prevalentemente agonista de CB2.

A diferencia del THC, el CBD no es psicoactivo y se considera que tiene un alcance más amplio para aplicaciones médicas que el THC. Provoca un efecto sedativo en la mayoría de los casos e inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor.

Los cannabinoides se encuentran en mayor concentración en:

• Las flores secas de las especies C. Sativa y C. Indica. Contienen un 5% de promedio de THC.

• La resina concentrada que se produce a partir de las flores de la planta de cannabis hembra. Promedio del 20% en THC.

• El aceite extraído de las semillas, puede contener más del 60 % de THC.

En hojas y tallos el porcentaje de THC es mucho menor, aunque siempre aparece. El CBD se obtiene de casi todas las partes de la planta.

La legislación cifra en un 0,2 % de THC el tope para que cualquier producto de cannabis sea legal.

¿Qué tenemos en la farmacia?

Una vez puestos en situación, vamos a ver qué tenemos en farmacia que contenga cannabinoides. Voy a centrarme solamente en aquellos productos que tienen código nacional, estén comercializados o no, que bastantes son como para fijarnos en lo que se vende en herboristerías y parafarmacias sin ese control.

En una consulta realizada en el BOTPLUSweb el 25 de septiembre de 2021, se encuentran:

• Con “cannabinol” 61 referencias, todas para vía tópica. • Con “cannabis sativa” hay 11 para vía oral.

• Con “aceite de hoja de cannabis sativa” hay 19 más.

• 5 más de “extracto de semilla de cannabis”

• 80 productos con “aceite de semilla de cannabis”.

Lo cual arroja un total de total de 176 productos que han pasado por el filtro que supone solicitar un código nacional. No está mal… con el Aloe, la anterior molécula de moda, se encuentran 177 referencias.

¿Y para qué son? Pues, según la misma fuente de la consulta anterior, los tópicos son productos cosméticos, emolientes o “productos de masaje”, epígrafe este último en el que se encuentran con los aceites de romero y árnica con quienes comparten composición en bastantes fórmulas.

¿Y para qué los ofertan y publicitan? Pues para el dolor. Se supone que penetran la dermis y alcanzan receptores CB2 aliviando la sensación.

¿Pueden causar euforia, pérdida de memoria o apetito? No, al no alcanzar los centros del SNC que regulan esas funciones.

¿Y funcionan? Al lío: no existen estudios con evidencia que digan que funcionan. Los estudios que manejan (y presentan) los laboratorios son de satisfacción de los usuarios, de los cuales ni indican el tamaño de la cohorte, ni se ha realizado contra grupo placebo o control. Simplemente “les dimos esto y se mostraron satisfechos con su efecto sobre el dolor”. Lo del doble ciego si eso lo dejamos para otro día.*

Vale, de acuerdo, pero ¿y funcionan? Pues parece que sí. Aquí se pueden aceptar varias explicaciones no excluyentes entre sí:

1. El CBD alcanza receptores y disminuye la percepción del dolor.

2. El árnica y el romero que los acompañan en la formulación alivian el dolor, lo haga o no el CBD.

3. El efecto placebo es determinante.

¿Y se pueden dar para golpes? Bueno, por poder, se puede. Pero son analgésicos, no antiinflamatorios. ¿Y en heridas? No, en piel herida no. Y por si acaso, tampoco en la cabeza.

Panorama del dolor crónico

Según la Encuesta Europea de Salud en España (2020. INE-MSCBS) la prevalencia de las principales enfermedades crónicas o de larga evolución en ese año fue la que indica la tabla:    

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Halley
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