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Artículos farmacéuticos Bucal Consejo farmacéutico | ¿Por qué es importante la microbiota de la cavidad oral?

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Índice

Carlota Soler Arístegui. Farmacéutica

La Microbiota oral está constituida por un complejo ecosistema de microorganismos que viven en la cavidad oral y que establecen con el organismo una estrecha relación de mutuo beneficio (simbiosis).

La cavidad bucal alberga aproximadamente 700 especies de microorganismos diferentes, principalmente bacterias, aunque también puede contener hongos unicelulares y protozoos.

La flora microbiana normal no es estable a lo largo de la vida como consecuencia del desarrollo anatómico y fisiológico. Antes de nacer, en el feto es estéril, pero pocas horas después ya tiene gran parte de su flora microbiana normal.

De todas las zonas del cuerpo, la boca contiene una microbiota especialmente complicada, que se debe a los numerosos soportes susceptibles de colonización que ofrece.

¿Dónde se alojan estos microorganismos?

  • Superficies minerales duras, como los dientes
  • Cavidades, como los pliegues de las encías
  • Zonas expuestas, como la mucosa de las mejillas
  • Rugosidades de la lengua
  • Ortodoncia (si existe).

Además, a esto se suma que una persona cualquiera se encuentra expuesta a multitud de microorganismos a través de los alimentos, del aire aspirado, del agua o por el contacto con superficies u otros individuos. Aun así, que estos microorganismos prosperen o qué comportamientos y actividades presenten, depende de las condiciones ambientales en que se desarrollen.

¿Qué beneficios reportan?

  • Impedir la colonización de otros patógenos exógenos
  • Activar el sistema inmune
  • Producir nutrientes esenciales, como vitaminas
  • Contribuyen a la digestión de algunas proteasas.

Estos simbiontes (humano / huésped) viven en equilibrio, y cada uno realiza sus funciones, pero los problemas más habituales de la cavidad bucal se dan cuando se altera este equilibrio.

Factores que alteran el equilibrio:

  • Cambios exógenos:
    • Terapia de antibióticos.
    • Dieta fermentable, con alto consumo de azúcar.
  • Cambios endógenos:
    • Alteraciones del sistema inmune.
    • Alteraciones en la composición de la saliva, el pH principalmente.
    • La temperatura.
    • Aporte nutricional endógeno.

La cavidad oral
está protegida por un biofilm bacteriano

Problemas derivados de la alteración del equilibrio

La cavidad oral está protegida frente a la colonización de patógenos exógenos por un biofilm beneficioso constituido por unas 20 a 30 especies bacterianas distintas.

La placa bacteriana dental se forma mediante los mecanismos de adhesión (unión entre los microorganismos y los tejidos del hospedador), agregación y coagregación (unión entre diferentes especies).

La placa puede endurecerse y convertirse en sarro. Puede tener un carácter ácido o básico según el tipo de bacterias que predominan en ella.

En la placa acidógena se producen ácidos al metabolizar los azúcares de la dieta, el ácido láctico, producto final de este metabolismo puede provocar caries. Este es el caso de los estreptococos, además de la caries, son iniciadores de otras infecciones importantes con repercusiones tales como fiebre reumática, faringitis, endocarditis o escarlatina.

En la placa basógena predominan bacterias que producen sustancias básicas que causan inflamación y posterior complicaciones en las encías.

Patologías más frecuentes sobre salud bucodental

Caries: La caries es una enfermedad caracterizada por una serie de reacciones que provocan el reblandecimiento de los tejidos duros dentales y la posterior destrucción irreversible del diente, avanzando si no hay tratamiento, de la superficie al interior. La causan las bacterias que transforman los azúcares y los almidones en ácidos, que disuelven el esmalte de los dientes -desmineralización- y crean orificios que pueden llegar hasta la pulpa dental.

Gingivitis (inflamación de las encías): Se manifiesta a través de una pequeña inflamación de la encía y sangrado, especialmente durante el cepillado.

Periodontitis: Esta inflamación de las encías con pérdida de hueso alrededor de los dientes se produce por efecto de la placa bacteriana. Las rugosidades y profundidades del esmalte dental ayudan a las bacterias a adherirse al fondo de los surcos, resistiendo la acción de la saliva. Las bacterias anaerobias quedan en la parte profunda de la placa bacteriana y las aerobias en la superior.

Mal aliento: Hay distintas bacterias que contribuyen a tener halitosis o mal aliento. Por ejemplo, las G (-) negativas descomponen alimentos proteicos o grasos, además de la sangre y las células, lo que genera compuestos del azufre responsables del mal olor de la boca.

Prevención: Un buen cepillado de dientes

La integridad de los dientes y la mucosa, la descamación celular, los tejidos linfoides, la saliva y la masticación, deglución y succión, son factores del hospedador que limitan el establecimiento, la multiplicación y la penetración de los microorganismos en la cavidad oral.

La saliva es la primera línea de defensa para el mantenimiento de la salud bucal por su capacidad tampón, su participación en la remineralización dental y su efecto antibacteriano. Contiene proteínas cuya función es retener la humedad y actuar como barrera de protección de las estructuras dentarias.

Contiene lisozima, muramidasa que poseen propiedades antibacterianas y la lactoferrina, con capacidad para unirse fuertemente al hierro, e impide la utilización de este elemento a muchos microorganismos para los que es vital.

Además, en el mercado encontramos complementos de la nutrición con probióticos, que pueden ir acompañado en su fórmula con la Vitamina C y D, y que han demostrado ser un buen tratamiento además de preventivo de las infecciones orales mencionadas como son la caries, la enfermedad periodontal e incluso es eficaz frente a la halitosis.

Recomendaciones de higiene oral

  1. Buen cepillo de dientes: Mejor que sea un cepillo de cerdas suaves, para realizar una correcta limpieza penetrando en los espacios, no arañe el diente y cuide las encías. Cambiar cada 3 meses de cepillo o de cabezal (si es recargable): de lo contrario perderás eficacia en el cepillado.
  2. Cepillado de dientes al menos dos veces al día: para prevenir la caries, es fundamental realizar una buena higiene bucodental después de cada comida, procurando no dejar pasar más de 15 minutos entre el final de cada comida y el cepillado. El cepillado ha de ser correcto: no olvidar cepillar todas las caras de los dientes, la exterior, la interior y las zonas de masticación.
  3. Elección de una buena pasta dentífrica: la elección dependerá de las necesidades, hay de todos los tipos: blanqueadoras, anti-caries, para niños, con alto contenido en flúor, para dientes sensibles, etc. Lo más importantes es elegir una que tenga un buen contenido en flúor, está comprobado que este ingrediente es efectivo a la hora de prevenir la caries dental.

Como novedad, en el mercado existen pastas dentífricas que contienen en su composición probióticos y que se postulan como preventivos en la formación de la caries dental basándose en la disminución de la adherencia de la placa bacteriana. Dichos probióticos compiten con algunos integrantes de la placa impidiendo su agregación, o también favorecen la estimulación en la síntesis de bacteriocinas (toxina proteica sintetizada por una bacteria con el fin de inhibir el crecimiento de bacterias similares).

  1. Recomendar limpiar la lengua: Cepillar la lengua con el propio cepillo o con un limpiador lingual. El limpiador lingual ayuda a completar la higiene bucal y su uso aporta múltiples beneficios en la prevención de la halitosis y enfermedades de la cavidad oral.
  2. Sugerir el uso de seda dental: Utilizar la seda dental diariamente para una higiene dental completa, ya que ayuda a eliminar la placa y las partículas de comida en lugares que el cepillo dental no puede alcanzar fácilmente.
  3. Utilizar diariamente colutorio dental: Es el complemento ideal para terminar con la higiene dental. Los enjuagues bucales ayudan a suprimir temporalmente el mal aliento, reducen las bacterias en la boca y la refrescan, dejando en ella un sabor agradable. Algunos contienen ingredientes activos tipo probióticos para ayudar a proteger contra enfermedades orales como la caries o la gingivitis.
  4. En caso de embarazo: Prevenir de la caries: los cambios hormonales que experimenta la mujer en el embarazo condicionan extraordinariamente la aparición de algunos trastornos bucodentales. Las enfermedades de las encías adquieren en la mujer una mayor dimensión, especialmente en la pubertad, el embarazo y la menopausia.
  5. Acudir al menos una vez al año al dentista: Revisión dental periódicas (cada 6 meses) o por lo menos una vez al año. La atención preventiva ayuda a evitar que ocurran problemas.

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