La oficina de farmacia se enfrenta actualmente a poderosos intereses que tienen como objetivo convertir el medicamento en un bien de consumo más, y a la farmacia, en un comercio mercantilista.
El último intento ha venido de la CNMC, en cuyo informe sobre nuestro sector, aparte de una serie de incorrecciones e incongruencias, propone romper con todo el modelo farmacéutico español. Según la comisión hay que romper con un modelo que funciona, eficiente, económico, solidario, cercano, que los pacientes valoran con excelencia, en el que la administración se apoya y que la comisión europea declara que se ajusta a derecho. Por suerte, el Ministerio de Sanidad ya ha respondido con responsabilidad alabando las virtudes de nuestro modelo.
No es la primera vez que intentan desvirtuar nuestra profesión, y a buen seguro no será la última. Sólo la confianza que tenemos en nuestra profesión y la unión que demostramos para llevarla a cabo puede fortalecernos para seguir aportando valor a la sociedad y, de esa manera, que ésta nos corresponda dándonos su confianza.
Dicho esto, no hemos de conformarnos con lo que tenemos. Al contrario, hemos de evolucionar, acompañar a la sociedad en su transformación para seguir cubriendo sus necesidades sanitarias alrededor del medicamento y sus servicios asociados, adaptarnos como lo hicieron nuestros abuelos cuando pasaron de la farmacia elaboradora a la farmacia logística y fundaron las cooperativas para dar respuesta a sus necesidades.
De la misma manera, la cooperativa vuelve a ser la solución en esta nueva etapa de adaptación. La evolución y la salida de esta crisis no vendrán de la mano de individuos independientes, sino de la cooperación entre profesionales a través de las herramientas de las que disponemos. La cooperativa, como lugar de conexión de necesidades y servicios cumple esa misión. No sólo nos agrupa para comprar mejor y facilitar el acceso de los medicamentos a las oficinas de farmacia, sino que también protege el modelo de oficina de farmacia y en última instancia, la salud de los ciudadanos. Elegir la cooperativa es apostar por el futuro de nuestras farmacias, es el vínculo que une nuestras necesidades y nuestros sueños profesionales.
Y al igual que nuestros abuelos nos dotaron de las cooperativas, nuestros padres, detectando la necesidad de unos productos de marca propia para la farmacia que garantizaran la calidad farmacéutica a precios contenidos, agruparon las cooperativas para crear la actual Acofarma.
Acofarma ha cumplido esa misión durante las últimas décadas con esfuerzo y con la tranquilidad del objetivo cumplido, pero la necesaria evolución de Acofarma ha de ir acompañada por la evolución de las cooperativas y de las farmacias.
Desde las cooperativas hemos de intentar transmitir a nuestros socios esa apuesta de futuro por nuestra profesión y nuestras oficinas de farmacia: el trinomio farmacia-cooperativa-Acofarma da fortaleza al modelo y asegura la continuidad de la farmacia profesional y al servicio de la población. Cumplamos con nuestra responsabilidad generacional, poniendo las herramientas para legar a nuestros hijos una farmacia más fuerte y preparada para los retos del futuro.
Apoyemos a Acofarma, apoyemos a nuestra cooperativa, apoyemos a la farmacia.•
Lecturas recomendadas
La unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión
Vivimos momentos en los que teorizar en exceso puede conllevar la derrota. Es hora de actuar y hacerlo, eso sí, bas…
¿Por qué ignorar la contribución de un sector tan importante para la economía española?
Hace unas semanas Farmaindustria publicaba que debería invertir 200 millones de euros en los próximos dos años para a…
Comparte esta entrada: